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Medalla conmemorativa de la visita del jefe de las SS von Mildenstein a Palestina en 1933 invitado por la Organización Sionista Mundial |
De qué hablamos cuando hablamos de semitas y antisemitas?
Veamos:
1) No existe una raza semita. Semitas son todos los pueblos que
históricamente han vivido en el Oriente Medio, la península árabe y el norte de
África y el término hace referencia a una familia de dialectos que hablaron o
hablan dichos pueblos. El término semita hace referencia a Sem, uno de los hijos
de Noé, personaje al cual en la Biblia se le considera el antepasado común de
dichos pueblos. Y su uso fue propuesto por un lingüista alemán August vonSchlözer en el siglo XVIII. Así las cosas, hay tres lenguas semitas que
permanecen vivas. Por el número de hablantes: la primera es el árabe, la
segunda el etíope y el tercero el hebreo.
2) Esto implica que incorrecto reducir la condición semita a los
judíos. Los palestinos son semitas como de por sí todos los árabes. Pero de
hecho: son los palestinos y no los judíos o israelíes los originariamente
semitas al menos por dos razones.
3) La primera es que así como no existe una “raza semita”
tampoco existe nada parecido a una “raza judía”. El judaísmo es una religión,
una de las tres grandes monoteístas junto al islam y el cristianismo. Y aunque
la religión judía tuvo origen entre pueblos semitas (lo mismo que el
cristianismo y el islam), menos del 10% de los actuales judíos son de origen
semita, en el sentido de ser descendientes de habitantes originarios del medio
oriente.
4) En efecto, entre un 70% y 80% de los actuales judíos provienen
de Alemania, Estados Unidos y en su gran mayoría de países de Europa del Este.
Benjamín Netanyahu, por ejemplo, el actual Primer Ministro de Israel, es
descendiente de una familia polaca de apellido Mileikowsky, que adoptó luego el
apellido Netanyahu como parte de su “hebreización”. David Ben-Gurión, primer
presidente y fundador de Israel, nació en Polonia y su nombre original era
David Yosef Grün. Golda Mier, la histórica “dama de hierro judía” era ucraniana
nacida en Kiev bajo el nombre de Golda Mabovitch y así un largo etcétera.
5) Claro que la respuesta automática a este fenómeno es la
apelación al "éxodo" o “expulsión” de los judíos que –se dice- los
obligó a vagar por todo el mundo y ahora da derecho a sus descendientes a
volver al medio oriente y reclamar esas tierras en nombre de sus antepasados.
Sin embargo, más allá de lo que se narra en la Biblia y otros textos religiosos
judíos, en realidad no existe registro arqueológico ni de una ni
de otra cosa. Desde el punto de vista histórico se trata pues de una invención. Los romanos ciertamente aplacaron a sangre y fuego la rebelión de
los zelotes, como solían hacerlo en cualquier otro lugar que conquistaban, pero
nunca expulsaron a los judíos como de hecho nunca expulsaron a ningún otro
pueblo de sus territorios. Y en cuanto al “éxodo” desde la esclavitud en Egipto
hasta la tierra prometida lo único que existe son relatos judíos bastante
imprecisos e incluso contradictorios. Por ejemplo, para las fechas en que se especula
se produjo, la actual Palestina ocupada por Israel pertenecía a los egipcios,
por lo que en estricto rigor los judíos habrían huido de Egipto a Egipto. ¿De dónde provienen entonces los millones de judíos europeos e incluso del norte de África que ahora reclaman propiedad sobre Palestina? Pues del mismo lugar de donde provienen los europeo cristianos: de Europa. Son europeos de pura cepa, cuyos antepasados se convirtieron en algún momento al judaísmo como los antepasados de muchos otros europeos, americanos e inclusive asiático se convirtieron al cristianismo sin creerse con el derecho de ir a reclamar aquellas tierras como suyas. (A este respecto se recomienda La Invención del Pueblo Judío del historiador judío Shlomo Sand)
6) Por otro lado, aunque en la actualidad el idioma oficial de
Israel es el hebreo, no se trata del hebreo semita original sino una mezcla de
aquel pasado por el yiddish y otras lenguas modernas. El yiddish es la lengua hablada
por las comunidades judías europeas tanto del centro como del este de Europa. Y
de allí en adelante por todos sus descendientes emigrados a Israel, el
continente americano y otros lugares del mundo. El hebreo moderno que hoy día
hablan los israelíes fue creado por los sionistas, específicamente por EliezerBen-Yehuda y la Academia Israelí de la Lengua, en el entendido que para su país
artificial necesitaban un idioma, dado que el hebreo antiguo ya no se usaba y
solo se conservaba para algunas partes de los ritos religiosos (como el latín
en la iglesia católica).
7) Así las cosas, cuando alguien acusa a otro de “antisemita”
por oponerse a los crímenes sionistas contra los palestinos y demás pueblos
árabes del Medio Oriente, o bien está radicalmente errado o bien está siendo
radicalmente cínico: los sionistas no solo no son semitas, sino que, de hecho,
son los que están asesinando a los semitas originales. Los sionistas y sus cómplices
son los verdaderos antisemitas.
8) En el marco del actual genocidio contra el pueblo palestino
´-continuidad del que arrancó en 1948 con la creación ilegal de
Israel- se han hecho comparaciones entre
los métodos sionistas y nazis, lo que para algunos resulta escandaloso. Sin
embargo, no solo los paralelismos metodológicos son reales, sino que también
los lazos políticos. Benjamin Netanyahu, es hijo de Benzion
Mileikowsky, un judío polaco a su vez hijo de Nathan Mileikowsky, uno de los
más conocidos propagandistas del sionismo europeo de comienzos del siglo XX. En
la década de los años 20 del siglo pasado, la familia Mileikowsky se trasladó a
Palestina entonces ocupada por los ingleses. Una vez allí, Nathan Mileikowsky,
el abuelo de Benjamín, comenzó a firmar artículos con el pseudónimo Netanyahu
(hebraización de Nathan), a favor del sionismo y de la expulsión de los árabes
para formar El Gran Israel. Cuando Nathan Mileikowsky muere, su hijo Benzion
adoptó ese pseudónimo como apellido familiar. A partir de entonces, Benzion
Mileikowsky, rebautizado como Benzion Netanyahu, se convirtió en figura del
llamado sionismo revisionista, el ala más radical. Se hizo editor del periódico
Hayarden, donde publicó artículos en los cuales calificaba a los árabes de
"salvajes". Y aplicando los mismos principios racistas de la
colonización americana, los equiparaba a indígenas que poblaban lo que hoy
llamamos Norteamérica. Según este razonamiento, los judíos eran equivalentes a
los blancos europeos llamados en nombre de la superioridad racial a disputarles
las tierras a los árabes nativos.
9) Fue con esta prédica mesiánica y racista que Benzion Netanyahu captó la atención del
fundador del sionismo revisionista, el ucraniano Vladímir Jabotinsky, quien lo
convirtió en su asistente personal. Jabotinsky era un extremista de derechas
que al sumarse al sionismo adoptó el nombre de Ze'ev, que en hebreo significa
“lobo”. Fue Jabotisnky el fundador de la primera milicia paramilitar judía,
Irgún, especializada en “cazar” árabes y todo aquel que se opusiera al
sionismo. Y en los años 20, como
directivo de la Organización Sionista Mundial (OSM), firmó una alianza secreta
con Simon Petliura para apoyar con una milicia judía al ejército nacionalista
ucraniano en su lucha contra los bolcheviques. Cuando la noticia se hizo
pública se produjo un escándalo en la OSM porque Petilura –reivindicado bajo la
Ucrania del “judío” Zelensky como héroe patrio-
había participado en matanzas contra judíos. Jabotinsky se vio obligado
a dimitir y en 1923 fundó la Nueva Organización Sionista anticomunista,
militarista y opuesto al sionismo laborista. Los brazos armados de la nueva
organización fueron Irgún y el movimiento juvenil Betar (del cual es simpatizante Milei, dicho sea de paso). El primer congreso del sionismo
revisionista, fue celebrado en Milán en 1932, bajo la anuencia de BenitoMussolini, donde afirmó que el objetivo era la creación de un "Imperio
Judío" similar al italiano de que abarcaría Palestina, Transjordania,
Egipto hasta el canal de Suez e Irak. Esas organizaciones son el origen del
actual Partido Likud, fundado por la familia Netanyahu. De la misma manera, son públicas las relaciones entre el sionismo alemán y el nazismo, entre otros a través de Adolf Eichman, relación denunciada entre otros judíos por Hanna Arendt. El objetivo del sionismo alemán era aprovecharse de la coyuntura nazi para romper la unidad de criterio entre la mayoría de los judíos alemanes quienes se consideraban ciudadanos alemanes y no eran partidarios de ninguna migración. El tristemente célebre pero convenientemente olvidado Acuerdo Haavara es la prueba histórica de ello.
10) Lo que esto significa, es que la actual iniciativa de
expulsar a los palestinos de Palestina no solo constituye el acto de
antisemitismo más salvaje de la historia, sino que encaja perfectamente en las
raíces segregacionista del sionismo que son las mismas del nazismo y del puritanismo anglosajón que está en el ADN del Destino Manifiesto
norteamericano reivindicado por Trump, un especulador financiero
que hizo fortuna expulsando familias pobres en Nueva York para construir
rascacielos y edificios de lujo. Por un lado, le permite a Benjamín Netanyahu
cumplir con los sueños de sus pasados filo-nazis de expulsar “como indios” a
los palestinos de sus tierras para expandir sus colonias bajo la anuencia norteamericana imitando el modelo de la
conquista del oeste, lo que puede le represente al presidente especulador
inmobiliario de los Estados Unidos una gran ganancia. La ironía de la historia se presenta bajo la forma de que la "solución final" del "problema palestino" pasa por su exterminio y expulsión por parte de quienes se reivindican como las víctimas exclusivas de tales males. Es el antisemitismo salvaje del siglo XXI.